martes, 27 de septiembre de 2011

Espiral

Soñé otra vez con tu espalda de piedra. Pero esta vez me sangraban los labios, ya no besaba el mármol del David, sino las rocas ásperas de Purmamarca. Entonces recordé los motivos por los que te había olvidado; y entendí -nuevamente- que la experiencia siempre llega tarde, y que raramente la usamos después.

Volví a tropezar con la misma piedra. No fui capáz de patearla lejos, con furia. Me levanté y seguí caminando, como hago siempre, dejando un caminito de guijarros, pero contando los minutos que desperdicié al encontrarnos. Y en algún punto te perdiste en mi cuenta, quedaste al final de la lista negra. Tus caras se fueron difuminando, tu perfume se mezcló con el aromito del patio; tu voz es un suspiro de ultratumba. Tu espalda, Purmamarca.

Soy muy buena olvidando cuando me lo propongo, y eso es malo: quizás algún día te vuelva a encontrar, no te reconozca, y todo vuelva a empezar.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Mozar' e' un genio (entusiastas de lo reputado)

Ayer llegó la primavera y hoy estaba por homenajearla lavando la mierdilla que un pajarillo atinó en mi ventanilla. Pero como amenaza con llover -y no tengo ganas de lavar nada- me senté a escribir. Bah, a quejarme por escrito, para variar.
Y acá va mi queja: me molesta la gente que sólo adhiere a las cosas previamente consagradas, o a las que “tienen más prensa”. Para dar un ejemplo, un entusiasta de lo reputado siempre dirá que su cantante de tangos preferido es Carlos Gardel. Compositor: Mozart (a secas, porque probablemente ignore que se llama Wolfgang Amadeus; sin mencionar que pareciera que los compositores son una especie surgida y extinta en el llamado período clásico). Artista plástico: Picasso. Científico: Ainstain. Flor: la rosa (roja). Prócer americano: San Martín (aunque no sepa cuál fue la importancia de la batalla de Maipú). Sabor de helado: chocolate (sin mencionar una variante siquiera). Actor: Robert De Niro. Frase de película: “Tres empanadas para dos personas”. Corrupto más detestado: Carlos Menem.
La lista puede ser más larga, pero ya es suficiente. Con esto no estoy diciendo que no nos pueda gustar lo célebre o algunas cosas que suelen ser banderas clavadas en lugares comunes, pero hay personas que no ven más allá de eso, porque en el fondo desconocen sobre el tema y no quieren reconocerlo; o bien porque buscan -y creen que hallarán- la aceptación inmediata.
Descubrí que un par de personas de mi entorno siempre optan por lo seguro, porque así dan por sentado que no les van a preguntar acerca del tema. Un día estaba aburrida de hacer la vista gorda, y cambié mi habitual “ah, sí. A mi también me gusta” por un “¿ah, sí? ¿Y qué obra es la que más te gusta?”. Y adivinen lo que pasó... me cagó. Pero tampoco repregunté. Esta vez acertó, pero la próxima lo voy a hacer pisar el palito, y ustedes se enterarán por esta via. Yo se que no sabe.

martes, 13 de septiembre de 2011

Pequeño evangelio (yellow day)

Tuve que escribir porque no podía dejar pasar que el día esté amarillo y haya cosas fuera de lugar. Es sacrílego olvidar que se descubren hechos inesperados y uno revive para contarlos. Si el viento libera a las bufandas de tener que oprimir cuellos, la cola del banco es divertida, la mugre dibujó una paloma en la ventana y me sentí feliz, es porque desperté. Sería egoísta no compartir la buena nueva: que las cosas por fin vuelven a estar donde nunca las dejaron. Y que eso es poesía; y darse cuenta, la locura. Ver que alrededor las cosas se mueven, se salen, se saltan de lugar, aunque los ciegos se empeñen en llamarlo delirio. Comprendí que “de poeta y de loco” es una redundancia. Que, además de la máquina de coser, la mesa de disecciones y el paraguas, hay tresmildoscientosochentaycuatro encuentros fortuitos posibles. Lo bello es un patrimonio que la humanidad se resiste a aceptar. Yo me hice cargo de un poco.


domingo, 11 de septiembre de 2011

Me suena (como uña y pizarrón)

Hoy me la agarré con Shakira. No pregunten por qué, simplemente soy arbitraria. Su voz me tiene cansada y sus letras posteriores a ¿Dónde están los ladrones? no me gustan. Así que me acordé de algunas canciones de su autoría, cuyos fragmentos -y las impresiones que me suscitan- comparto aquí con ustedes.


1) "Suerte que mis pechos sean pequeños y no los confundas con montañas".
(Suerte - Shakira)
Ajá. Me suergen algunas preguntas: ¿Cómo alguien confundiría pechos con montañas? ¿Y cuáles serían las consecuencias de tal confusión? ¿Podría ser que tu chico se calce los borcegos, te pisotee las tetas y se ponga a cantar cual tirolés en los Alpes?


2) "Tengo tacones de aguja magnética/ para dejar a la manada frenética"
(Loba - Shakira)
Eureka! Encontraste dos esdrújulas y supiste acomodarlas sintácticamente en una frase. ¡Felicitaciones, sacaste un 4 en composición! La próxima podrías incluir también algún atsibo semántico.


3) "Tú tienes pila y loco haciendo cola/ Mira palomo metio en lio/ Y tu me quieres atracao ahí, ratata"
(Rabiosa - Shakira)
Ok. Si alguien se acerca en la calle y dice eso, me limitaré a contestarle 'nou habla spaniiol' y luego saldré corriendo.


4) "Ya sabes que estoy de ti vacunada/ a prueba de patadas"
(Te aviso, te anuncio - Shakira)
Epa! Digno de Arjona. Me quedé sin palabras. Yo también renuncio.


Si voy a escuchar a una loca, prefiero que además sea una genia. Salud!

jueves, 1 de septiembre de 2011

Monólogos de la vainilla (derrapes semióticos)

Cuando desayuno, mi cabeza funciona a mil por hora, derrochado creatividad y buen gusto. Soy tan ocurrente... que dan ganas de pegarme. Ayer temprano, al mojar la vainillita en la leche, tuve una epifanía: vainillita es un diminutivo de otro diminutivo, vainilla, que refiere a una vaina pequeña. Y pensé, cuan Libro Gordo de Petete, "la vaina es la cubierta protectora de la espada".

Pero mi reflexión filosa no quedó ahí; sin saber muy bien con qué ojetivo, recurrí a la fuente de conocimiento a la que recurre el intelectual moderno -me refiero a internet, claro- y allí encontré que "la palabra vaina viene del latín vagina". El resultado de la investigación: un shock de asco. Después de eso, y al recordar la textura de las vainillas embebidas en leche retozando por mi paladar, fui derechito a gombitar.

Pero, hablando un poco más en serio, entendí más claramente el hecho de que la vagina siempre ha sido comparada con cajas (cajeta, por ejemplo) o receptáculos, tal como se comprueba en algunos nombres vulgares del conducto genital femenino. En latín, así como el pene era llamado espada, la vagina venía a ser el espacio donde los señores tenían que enfundar. Es decir, la vagina siempre es en función del pene, como un accesorio, un estuche para sus celulares con vibrador.

Harta de indignarme por todo, decidí cambiar la estrategia. En lugar de salir a pelear contra molinos de viento, decidí dar vuelta la situación: de ahora en más, decreto que no existe la penetración, sino que existe el cubrimiento. O sea, la vaina cobra vida propia y decide cubir a la espada antes de que haya un derramamiento de sangre (y otros fluidos). Cuando escuche a algún zángano diciendo "se la di por adelante", pensaré "el idiota cree que dio algo y no sabe que se lo sacaron, pobre". Quizás, para cambiar las cosas haya que empezar por cambiar la perspectiva.

Por último, chicas, la próxima vez alguien les diga "tenés olorcito a vainilla" y ustedes no estén usando perfume, replantéense seriamente vuestra higiene personal.

Y hablando del cambio de perspectiva, les dejo un videíto para que se entretengan.