Contrafestejo
Hace un par de días fuimos con una
amiga al Contrafestejo del 12 de Octubre, que cada año se realiza en
un callejoncito de esta esquizofrénica ciudad en la que vivo. Y me
encontré con todo lo que había previsto: exceso de pantalones
amplios a rayas, hippies caretas que documentaban cada detalle con
sus Iphones, algún dejo de olor a chivo sobrevolando la
concurrencia, amigos y conocidos, cerveza a raudales, tambores
copados, pañuelos y aros exagerados adornando las cabezas del 70% de
las mujeres, niños que necesitaban un cambio de pañal, otros que
necesitaban un cambio de actitud, rubios platinados con el mode
“pachamama originaria” on. Y, como no podía ser de otra forma,
mucha diversión.
Cat
Empezar a vivir sola con una gata bebé
me hizo reflexionar y descubrir muchas cosas en estos últimos días:
mi ropa negra va al muere y no voy a tener nada negro que ponerme
para hacerle el luto; comencé a limpiar rincones de la casa que
nunca antes había tenido en cuenta; el alimento les deja muy mal
aliento; desde que la traje -hace cinco días- utilicé el sonido
“sh” y la letra “i” más que nunca; reduje mi vida social y
empecé a comportarme como madre; hablo más (pero con ella);
descuidé mi aspecto hasta el punto de olvidar desinfectarme los
rasguños y mordeduras que tengo en manos y piernas; me pongo
pelotuda (por ejemplo, al tratar de convencerla que vea conmigo Los
Aristogatos en la compu), miro tres veces antes de dar un paso. Y,
sin embargo, soy feliz.
Crisis
Dicen que la crisis es oportunidad. Por
lo visto, a lo largo de mi vida tuve muchísimas oportunidades y
aproveché muy pocas. Ahora tengo una oportuncrisis muy pequeña: me
siento artísticamente estancada. Tengo que darle una vuelta de rosca
a mi creatividad y a mi expresión. Ya conseguí un nuevo piano y
aparecieron dos grupos de personas que quieren juntarse a cantar.
¿Será que por fin voy a tener la rock band que soñaba de pendeja?
Ya veremos...
C is for cereal
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