Hace unos días, un escándalo conmocionó a la opnión pública. El malestar se hizo notar especialmente en las redes sociales, cuando una leyenda algo ambigua se expandió cual epidemia por facebook y twitter: "Si naciste entre 1994 y 2011, y tenés dudas, comunicate con nosotros. Podrías ser hijo de Maru Botana".
Esta cronista fue más allá del chiste chabacano, y pudo confirmar que el chascarrillo no era más que un manto de falso sarcasmo para desviar las sospechas, luego de que la famosa cocinera diera a conocer que está cursando su -supuesto- octavo embarazo. La vieja táctica descripta por E. A. Poe en "La carta robada", consistente en poner la evidencia a la vista de todos, para que nadie la note.
Siempre buscando la punta del ovillo, esta investigadora dio con la joven Bernarda Le Pez, quien brindó su revelador testimonio:
"Me llamo Bernarda y, de acuerdo con mi partida de nacimiento, nací el 25 de mayo de 1995, durante una lluvia de locro. Mi apropiadora, Fabiana Marianni, es una ama de casa bastante inepta y sin ninguna habilidad para la cocina. Recuerdo que cuando yo tenía cuatro años, ya sabía hacer créme bruleé y me preparaba sola la merienda para la guardería. En cambio, ella alimentaba a la familia a base de arroz con poco queso, huevos fritos reventados y hamburguesas congeladas. También me acuerdo que los días en que faltaba a la escuela, me quedaba en casa viendo televisión. Cada vez que quería sintonizar Telefé para ver 'Sabor a mí', Fabiana me apagaba el televisor y me mandaba a mi cuarto a comer Rocklets, gallinitas de azucar, y otras cosas poco saludables. Hasta que un día vi una publicidad de los Tíos del IGA. Los llamé, conocí a mi tío bisabuelo -Natalio Botana-, y recuperé mi identidad".
La adolescente con alma de caramelo y piel grasienta como el cicharrón, no rehizo los lazos con su madre biológica, ya que prefiere seguir siendo hija única y no tiene ganas de cambiarles los pañales a "esos pendejos de mierda", tal como se refiere a sus hermanos menores.
Respecto de las circunstancias en que fue apropiada, Bernarda sospecha que fue cambiada a los pocos días de nacer, cuando Maru hacía compras en Carrefour y Fabiana aprovechó un descuido para cambiar a la bebé por una sandía que llevaba en el changuito. Aparentemente, Maru nunca se dio cuenta del cambio y todavía sigue poniéndole batitas a la fruta.
Es importante destacar que los Tíos del IGA ya recuperaron a seis sobrinos del mundillo gastronómico: Alejandro Dumas, Cholo B. Reteaga, Minnie Ratatouille, Roberta P. Trona, y los mellizos Martín y Ano Molina.
EN LAS PRÓXIMAS ENTREGAS DE DOXIFICADORA INVESTIGA:
-La relación entre el Dog Chow y la salida del clóset de Ricky Martin
-Un nuevo oficio en boga: las "bardeadoras de cementerio"
-Las consecuencias de tomar de espaldas
(*) Esta investigación contó con aportes de Emily I.; Natalie Shi.; Soledy Gi; y Mel Ci.
(**) Checkada, lo que se dice checkada, no está muy checkada que digamos la info.
(***) Gente sin sentido del humor, vaya a llorar al campito o a leer la revista Chispa. Y/o en su defecto, Cabildo, porque nunca falta un gorila caido del catre que no capta la ironía.
(****) Aunque debo reconocer que hay cosas que resultan más chistosas bajo ciertas circsustancias.
sos grosa
ResponderEliminarmi ídola
i love you.
na.-
Thank you! Pero la grosa sos vos!
ResponderEliminarEs increíble cómo se te ocurren todas estas cosas. Yo, como Wilde, creo en todo lo que es increíble. Saludos.
ResponderEliminarGracias por creer en mi, entonces! Saludos para ti, Palabrota.
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