lunes, 30 de enero de 2012

Doxificadora investiga II


Luego de tomarse unas merecidas vacaciones, esta cronista volvió con sus energías renovadas para seguir revolviendo el avispero y sacudiendo a quienes están en el poder, tal como lo hacen los colegas de A24 con sus cámaras ocultas a punguistas y fumadores de paco, fuente de todos los problemas sociales que asolan a este bendito país.

Esta vez, es el turno de desenmascarar a seres viles y siniestros como las bardeadoras de cementerio.

Se trata de un selecto grupo, aunque generalmente se mueven en solitario. Se ocultan en las necrópolis de pueblos y ciudades, haciendo lo que mejor saben hacer: bardear.

En el Cementerio Municipal de la ciudad de Paranó el puesto es ocupado por Rosa Anacleta Gómez, quien insultó groseramente a esta cronista cuando quiso entrevistarla al mejor “estilo Martín Ciccioli”:

Dxfcdr: ¿Es usted Rosa Anacleta Gómez?
Brddr: ¿Y vó quién só?
Dxfcdr: Alguien que se propuso desenmascararla en su accionar bardero.
Brddr: Quién mierda te creé que só. Andá nomá.
Dxfcdr: Soy periodista, que es sinónimo de paladini de la justicia. Y voy a difundir su cara de piedra en todos los médios. Venga aquí ya mismo, que le tomo una fotografía.
Brddr: ¡¿Queré que vaya?! Ái voy, pedazo d'hija e puta. Te via zer mierda. Tomá.
Dxfcdr: Ay! Es usted una trucha. ¡Trucha! Auch. Y vul...AUCH...gar.

¿Cómo describir a Rosa Anacleta? Es una septuagenaria burda, viste camisa floreadas en tonos tierra, una pollera de tweed azul francia, medias del Club Atlético Peñarol subidas hasta las rodillas, zapatillas de lona negras, el pelo teñido de anaranjado (excepto en las raíces), atado con un colero fucsia. Y, por supuesto, lleva una escoba a todas partes, la cual maneja hábilmente para amedrentar a sus víctimas.

Ustedes se prguntarán: ¿a quiénes bardea?, ¿cómo?, ¿para qué? Todos estos interrogantes y muchos más, tendrán su respuesta en nuestra próxima entrega de Doxificadora investiga.

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