miércoles, 10 de agosto de 2011

Conspiración (The Broken Back Army)

Cada mañana, cuando voy a trabajar, paso por un local -no se si llamarlo negocio- que me llama la atención. Es un salón grande, vidriado, y lleno de camillas que -creo- vibran. “Un spa o algo”, pensarán quienes no pasaron por allí. Creo que “o algo”, definitivamente.
Hay varios faltantes que indican que no se trata de un spa: no hay muebles de caña, velas, hornillos de esencias, ni boludeces orientales a la vista; no hay masajistas; el nivel de privacidad es nulo y, lo más importante, no hay cuarentonas regias, sino que parece que reclutaron a ancianas de la cola del Pami.
Y rescato el verbo “reclutaron”, porque después de darle vueltas al asunto, comencé a sospechar que se trata de un ejército en ciernes: sí, ya lo bauticé The Broken Back Army. Según fuentes poco confiables, serían camillas masajeadoras para aliviar los dolores de espaldas, y las señoras irían allí -provistas de una mantita- a apaciguar sus padecimientos ante la mirada curiosa de los transeúntes.
Pero a mi no me joden. Esos son artefactos demoníacos, creados por la CIA para practicarles cocowash a las doñas y mandarlas a misiones suicidas (total ya tienen la espalda hecha mierda).
A todo esto hay que sumarle que en otro sector del salón hay sillas plasticas y una pequeña tarima, desde donde el o la oradora de turno arengan a las tropas de señoras mientras éstas esperan su turno para acostarse en las regias camillas. Las amenizan con chistes, las motivan a hacer palmas con alguna canción de Diego Torres, les cuentan la historia de cómo un chino de buen corazón diseñó ese aparato para mejorar la calidad de vida de su madre, pero ésta le rogó que difunda la buena nueva por todo el planeta (o eso entendí un día que no me aguanté y me quedé escuchando en la puerta).
Ahora que releo todo lo que puse (además de darme cuenta de que debería dedicarme a otra cosa), creo que también podría tratarse de una secta.
En fin, si quieren entender las (aparentes) incoherencias que acabo de escribir, les recomiendo que vean este video, y díganme si no tengo razón.



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