martes, 28 de febrero de 2012

Desenyantemón


El agua sabía a deshielo. Era fea, pero bastante mejor que sus besos en el sueño. No creía que tan poco bastaría para desencantarse así, en una madrugada. Pero estaba comenzando a temerlo.
Recordó la pesadilla de la que acababa de despertar, y se enjuagó la boca, como queriendo quitar rastros de una saliva etérea. Si no hubiera tenido cerca más que un charco de agua pútrida, no hubiese dudarlo en beber de él hasta secarlo.
Con el vaso en la mano, se acercó hasta la ventana y miró el horizonte salpicado de luces tenues. Miró, no vio. Tomó más, mientras su mente recreaba un rostro con labios en trompa, estampándose contra los suyos, oprimiéndole las palabras, llenándoselas de una baba espesa. Los rasgos eran diferentes cada vez, pero la cara era siempre la misma. Más agua, necesitaba beber más.
Dio media vuelta y el dedito del pie derecho se retorció del dolor por el encontronazo con una silla. Maldijo a mil madres, poniendo énfasis en las eses, y se sentó. Tomó el último trago y quedó en blanco por un rato, observando la sombra que la reja de la ventana proyectaba sobre la pared en penumbra.
Volvió a la cama y enroscó su cuerpo como un nonato. Cerró los ojos y pidió soñar lo mismo que había soñado antes, pero sentirse bien. “Un sueño reparador”, bostezó, mientras oprimía su dedo machacado.

miércoles, 22 de febrero de 2012

Doxificadora se desmitifica


A menudo, muchas personas -y bolivianos también- me detienen en mi grácil andar callejero para decirme “L, sos una ídola”, “Grosa”, “Gorda”, “Firmame un autógrafo”, “¿Dónde para el 6?”. Y les agradezco de corazón a todos y todas por esas manifestaciones de afecto, admiración, repulsión e indiferencia. Pero hay algo que deben saber sobre mi: soy un personaje.

Y no un personaje ficticio como Daria, Mr. Hipo o San Ignacio de Loyola. Me refiero a que me construyo a mi misma a través de entramados de significados y discursos con los que impregno este bendito blog.

Así que he decidido ser honesta con vosotros, y deschavarme -tal como lo hizo Carlos Villagrán varios años atrás, cuac- sobre mi identidad blogueril.

Cómo quiero que me imaginen al leerme
“Veinticincoañera independiente, inteligente, con imaginación desopilante e inclinación al humor absurdo. Autocrítica, original, irónica y soltera por elección. Total bon vivant y mujer de mundo, que escribe cada noche, mientras degusta cerveza importada servida en una copa de cristal y escucha a Edith Piaf. Da placer leerla”.

Como me imaginan mis lectores en general al leerme
“Solterona de 30 años, abandonada, despechada, resentida y wannabe de bloguera exitosa. Creída, mal entrazada, tilinga, burda, pedante, pedorra y de dudosa capacidad intelectual. Adicta a los puflitos y al Mijú. Se sabe todos los temas de Cristian Castro. Todavía no sé muy bien por qué la leo”.

Cómo me leen mis amigos
“Está loca. Cómo se anima a publicar eso. A veces no la entiendo. No sé por qué soy su amigo/a. Igual la quiero... un poco... a veces”.

Cómo me leen mis padres
“¿Qué un blog?”.

Cómo soy en realidad
Soltera de 27 años, loser, resentida y wannabe de bloguera exitosa. Creída, tilinga, burda, pedante, pedorra y de dudosa capacidad intelectual. Adicta al Casancrem, las Aspirinetas y la Heineken. Canto dos temas de Cristian Castro. Todavía no sé muy bien por qué escribo.

jueves, 9 de febrero de 2012

Doxificadora divulga (científicamente hablando)


Sí, me quedé hasta la madrugada tratando de encontrar resolución para el problema que muchos físicos y matemáticos -incluyendo a Hawkins- intentaron desvelar sin ningún éxito. Lápiz y papel, litros de café, docenas de aspirinas y una foto de Einstein lograron inspirarme. ¡Y he aquí la fórmula que lo engloba todo!

[(f +Dec) p3] - Au = S

Sí, también la llamé a esa tal Eureka, para que venga rápido y me de mi Nobel (como quien canta “cartón lleno” en el bingo), pero nada. No pierdan el tiempo. Lo importante es esta teoría, que va a revolucionar el múndo de la física y la química.

Para quienes no poseen ni los más rudimentarios conocimientos sobre la materia, pasaré a explicarme mediante el desglose de esta sencilla fórmula.

“f (fiaca) + Dec (decepciones mayúsculas) x p3 (perfeccionismo/“picky” al cubo) – Au (autoestima baja) = S (soledad/soltería/solari)”

¿No es revelador? Se trata de los factores causales de la soledad. Ahora vamos a poder entender mejor por qué no hay química, o por qué cada vez escasea más la atracción física (con lo que ello implica).

El próximo paso es reemplazar los factores; porque ya lo intenté cambiando su orden, sin alterar el resultado. Por lo pronto, ya empecé a hacer unos ensayos, y el producto mejoró un poco. Voy a seguir probando y, probablemente, errando.

Pero hay una prueba que resulta irrefutable. Ya la contrasté científicamente: para que las cosas cambien hay que tener Fe.

Sí, hierro (Fe, ¿se entiende?). Si el tipo no se queda con una por las buenas, nada mejor que encañonarlo en la sien o inmovilizarlo quebrándole los tobillos con una maza para que cambie de opinión. De hecho, tengo a un muchacho de rehén en mi departamento, quedó un poco rengo, pero sus demás “funciones” (guiño y je je) andan a la perfección.

lunes, 6 de febrero de 2012

Doxificadora investiga II (segunda parte)


Ustedes se preguntaron: ¿a quiénes bardea la bardeadora?, ¿cómo?, ¿para qué? Todos estos interrogantes tendrán respuesta aquí, en la segunda entrega de Doxificadora investiga II.

Algunos sostienen que Rosa Anacleta Gómez es jubilada y no tiene nada más que hacer. Otros, simplemente la califican como una “vieja chota y jodida”.

Lo cierto es que esta mujer acecha entre los panteones putrefactos como su alma y no tiene respeto por los deudos de los fiambres. Así lo confirmó la consternada Dora Viuda de Bertelorti, quien días atrás enterró a su marido, Dante “Batata” Bertelorti.

“Esta mujer se apareció en medio del servicio fúnebre de Batata. Empezó a insultarme, agitando los puños cerrados, empujando a los que me acompañaban, escupiendo sobre la tumba de mi difunto esposo. Pero como el maldito me metió las guampas hasta el último momento, no me afectó tanto como podría haberlo hecho”, relató la despechada viuda.

El caso de Dora de Bertelorti es uno de los tantos ocurridos en el cementerio de Paranó, tanto es así que muchos deudos comenzaron a llevar sus tomuers a cementerios privados.

Este dato, aparentemente inocente y casual, es crucial para desentrañar el tercer interrogante: ¿con qué fin bardea Rosa?

Esta cronista recurrió a los archivos de la Cámara de Enterradores, Lloronas y Propietarios de Cementerios de la Provincia de Bituinrrivers, donde pudo confirmar sus sospechas: Rosa Anacleta Gómez es propietaria del cementerio privado Jardín del Eterno Reposo Libre de Bardeadoras, ubicado a las afueras de Paranó.

Lo que comenzó como una pequeña empresa de lo macabro (sí, comprar y vender parcelas para ir a caerse muerto es macabro), tras la aparición de la bardeadora terminó convirtiéndose en un verdadero pool de siembra de huesos. Tanto es así, que Monsanto está interesado en invertir en el negocio.

Tras tamaño descubrimiento por parte de esta paladini de la justicia, varios familiares de tomuers decidieron presentar una denuncia ante la justicia, quien detuvo a Gómez por competencia desleal.

Mientras era arrestada, Rosa sólo atinó a decir: “Y me hubiera salido con la mía si no fuera por esta mocosa entrometida y su estúpido perro”.