jueves, 9 de febrero de 2012

Doxificadora divulga (científicamente hablando)


Sí, me quedé hasta la madrugada tratando de encontrar resolución para el problema que muchos físicos y matemáticos -incluyendo a Hawkins- intentaron desvelar sin ningún éxito. Lápiz y papel, litros de café, docenas de aspirinas y una foto de Einstein lograron inspirarme. ¡Y he aquí la fórmula que lo engloba todo!

[(f +Dec) p3] - Au = S

Sí, también la llamé a esa tal Eureka, para que venga rápido y me de mi Nobel (como quien canta “cartón lleno” en el bingo), pero nada. No pierdan el tiempo. Lo importante es esta teoría, que va a revolucionar el múndo de la física y la química.

Para quienes no poseen ni los más rudimentarios conocimientos sobre la materia, pasaré a explicarme mediante el desglose de esta sencilla fórmula.

“f (fiaca) + Dec (decepciones mayúsculas) x p3 (perfeccionismo/“picky” al cubo) – Au (autoestima baja) = S (soledad/soltería/solari)”

¿No es revelador? Se trata de los factores causales de la soledad. Ahora vamos a poder entender mejor por qué no hay química, o por qué cada vez escasea más la atracción física (con lo que ello implica).

El próximo paso es reemplazar los factores; porque ya lo intenté cambiando su orden, sin alterar el resultado. Por lo pronto, ya empecé a hacer unos ensayos, y el producto mejoró un poco. Voy a seguir probando y, probablemente, errando.

Pero hay una prueba que resulta irrefutable. Ya la contrasté científicamente: para que las cosas cambien hay que tener Fe.

Sí, hierro (Fe, ¿se entiende?). Si el tipo no se queda con una por las buenas, nada mejor que encañonarlo en la sien o inmovilizarlo quebrándole los tobillos con una maza para que cambie de opinión. De hecho, tengo a un muchacho de rehén en mi departamento, quedó un poco rengo, pero sus demás “funciones” (guiño y je je) andan a la perfección.

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