Sí, me quedé hasta la madrugada
tratando de encontrar resolución para el problema que muchos físicos
y matemáticos -incluyendo a Hawkins- intentaron desvelar sin ningún
éxito. Lápiz y papel, litros de café, docenas de aspirinas y una
foto de Einstein lograron inspirarme. ¡Y he aquí la fórmula que lo engloba todo!
[(f +Dec) p3] - Au = S
Sí, también la llamé a esa tal
Eureka, para que venga rápido y me de mi Nobel (como quien canta
“cartón lleno” en el bingo), pero nada. No pierdan el tiempo. Lo
importante es esta teoría, que va a revolucionar el múndo de la
física y la química.
Para quienes no poseen ni los más
rudimentarios conocimientos sobre la materia, pasaré a explicarme
mediante el desglose de esta sencilla fórmula.
“f (fiaca) + Dec (decepciones
mayúsculas) x p3 (perfeccionismo/“picky” al cubo) – Au
(autoestima baja) = S (soledad/soltería/solari)”
¿No es revelador? Se trata de los
factores causales de la soledad. Ahora vamos a poder entender mejor
por qué no hay química, o por qué cada vez escasea más la
atracción física (con lo que ello implica).
El próximo paso es reemplazar
los factores; porque ya lo intenté cambiando su orden, sin alterar el resultado. Por lo pronto, ya empecé a hacer unos ensayos, y el
producto mejoró un poco. Voy a seguir probando y, probablemente, errando.
Pero hay una prueba que resulta
irrefutable. Ya la contrasté científicamente: para que las
cosas cambien hay que tener Fe.
Sí, hierro (Fe, ¿se entiende?). Si el tipo no se
queda con una por las buenas, nada mejor que encañonarlo en la sien
o inmovilizarlo quebrándole los tobillos con una maza para que
cambie de opinión. De hecho, tengo a un muchacho de rehén en mi
departamento, quedó un poco rengo, pero sus demás “funciones”
(guiño y je je) andan a la perfección.
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