PD: Estuve leyendo mis textos anteriores y pude comprobar que
últimamente no estoy escribiendo bien. Lo adjudico a que estoy haciendo las
paces conmigo, mi entorno y el mundo en general. Ya no me enojo tanto. Un poco es resignación,
y un mucho es que estoy canalizando mis fuerzas hacia otras personas (que no
sean mis otras YO). Pero también temo
estar dejando que mi creatividad se escurra.
Porque hacer algo bien cuesta pasión, esfuerzo, hacer carne el camino.
Por eso en muchos ámbitos me va mejor. Y así, pasé de escribir aceptable, a
hacer catarsis y luego a escribir “cacarsis”, si se me permite esta expresión
de mierda recién inventada… creo que me voy a tomar un break para reinventar
este blog. O hacer otro.
lunes, 22 de octubre de 2012
Surreal
Llegué tarde al trabajo, y mi jefe me dijo que me vaya: “Gurisa,
apercibimiento. Cómo me hacés esto, justo hoy que aumentaron
el precio”. ¿El precio de qué? No sé. Lo que sí sabía era que no había sido
buena idea ir al laburo doce horas tarde, descalza, en corpiño y con un tocado
de frutas tropicales en descomposición. De regreso a casa, cuando faltaba una
cuadra para llegar, apareció una vieja muy alta en una bicicleta antigua. Me
obstaculizó el paso y sacó un cofrecito. Yo estaba muerta del cagazo, temblaba
como una hoja y las bananas podridas se caían de mi cabeza. La mujer –que ahora
era joven- abrió la cajita y me mostró un pollito bebé muerto. “¡Tenés que
comer algo!”, jadeaba, y me acercaba el cadáver a la cara. Empecé a gritar,
pero la voz me salía bajita y ronca. El cielo se ponía cada vez más oscuro –olvidé
mencionar que estaba nublado-, se aproximaba un huracán. Salí corriendo, pero
la tipa ni se esforzó en perseguirme. En la calle no había nadie, tampoco los que minutos
antes me esquivaban con la mirada para
no ver un bizarro remedo de Carmen Miranda. Subí a un colectivo que justo pasaba
por allí; estaba lleno de personas conocidas cuyos rostros no me eran para nada
familiares. Eso me perturbó, pero no tanto como la anónima y lasciva tocada de
culo que alguien me propinó, aprovechando que el bondi estaba rebosante de
gente. Bajé del vehículo en marcha, en una avenida sin veredas y flanqueada por
murallas altísimas cubiertas de enredaderas. Caminando contra uno de los
paredones, llegué a una casa. Estaba llena de almas en pena. Entré igual. Una
puerta se azotó y me quedé dura de terror. Intenté escapar por una ventana alta
–aunque a ambos lados había puertas abiertas-, y cuando conseguí trepar,
alguien (o algo) jaló mis pies, pero finalmente me dejó ir. Salí a un patio
antiguo, con galerías, tres puertas, y chivatos de ramas largas. En lugar de
correr, abracé fuerte el tronco de un árbol y me largué a llorar amargamente.
No de miedo, sino porque extrañaba a mi tías abuelas. Al final, salí de la casa: estaba en calle La Paz al 600. Era un atardecer de verano como los de mi
infancia, el cielo estaba dorado, y había olor a tierra mojada. Me encontré a
mi profesor de piano, que me cubrió la espalda con una campera. Y me acompañó.
Creo que a casa.
martes, 9 de octubre de 2012
Mix de C
Contrafestejo
Hace un par de días fuimos con una
amiga al Contrafestejo del 12 de Octubre, que cada año se realiza en
un callejoncito de esta esquizofrénica ciudad en la que vivo. Y me
encontré con todo lo que había previsto: exceso de pantalones
amplios a rayas, hippies caretas que documentaban cada detalle con
sus Iphones, algún dejo de olor a chivo sobrevolando la
concurrencia, amigos y conocidos, cerveza a raudales, tambores
copados, pañuelos y aros exagerados adornando las cabezas del 70% de
las mujeres, niños que necesitaban un cambio de pañal, otros que
necesitaban un cambio de actitud, rubios platinados con el mode
“pachamama originaria” on. Y, como no podía ser de otra forma,
mucha diversión.
Cat
Empezar a vivir sola con una gata bebé
me hizo reflexionar y descubrir muchas cosas en estos últimos días:
mi ropa negra va al muere y no voy a tener nada negro que ponerme
para hacerle el luto; comencé a limpiar rincones de la casa que
nunca antes había tenido en cuenta; el alimento les deja muy mal
aliento; desde que la traje -hace cinco días- utilicé el sonido
“sh” y la letra “i” más que nunca; reduje mi vida social y
empecé a comportarme como madre; hablo más (pero con ella);
descuidé mi aspecto hasta el punto de olvidar desinfectarme los
rasguños y mordeduras que tengo en manos y piernas; me pongo
pelotuda (por ejemplo, al tratar de convencerla que vea conmigo Los
Aristogatos en la compu), miro tres veces antes de dar un paso. Y,
sin embargo, soy feliz.
Crisis
Dicen que la crisis es oportunidad. Por
lo visto, a lo largo de mi vida tuve muchísimas oportunidades y
aproveché muy pocas. Ahora tengo una oportuncrisis muy pequeña: me
siento artísticamente estancada. Tengo que darle una vuelta de rosca
a mi creatividad y a mi expresión. Ya conseguí un nuevo piano y
aparecieron dos grupos de personas que quieren juntarse a cantar.
¿Será que por fin voy a tener la rock band que soñaba de pendeja?
Ya veremos...
C is for cereal
jueves, 23 de agosto de 2012
Re-flecciones
-“La naturaleza es sabia”. Te miro, y pienso… “nah”.
-Vos te comiste el personaje, pero a la que le dan náuseas es a mí.
-Tuve un día horrible, pero cuando te vi atravesar esa puerta, supe que también llueve sobre meado.
-Tú me quieres blanca, tu me quieres pura. Enterate: no soy merca.
-El que se quema con leche, ve a John Holmes y llora.
-Al que madruga, le toca hacer el desayuno.
martes, 31 de julio de 2012
Resurrexit
Me levanté de la siesta extrañando a alguien que nunca existió. Y con mucha bronca; contra esta vida, porque existe otra en la que no vivo. No puedo ser todos, ni todo.
Es un malestar que se me va a pasar mañana, pero a medias: vi “eso otro” que no se cómo se llama, y eso me vio, y se absorvió horas -no sé cómo se mide- de mi pulsión de vida. Cómo aferrarme a esa sensación que me invadió y ahora me abandona de a poco. Sólo me queda asir la taza de té que acabo de tomar y que todavía está tibia aunque, irremediablemente, se enfriará.
Y siento que no hice nada, desperdicié una valiosa tarde de martes en dormir y conocer vidas inexistentes, cuando acá hay todo un mundo al que le debo algo. Desde plata hasta visitas, desde trámites hasta dedicación personal.
Me debo cosas a mí, metas que me propuse y aún no me arrimo a la largada. Pero no voy a llorar, el tiempo no escucha lamentaciones, se mueve, sigue, y no le importa pasar a mil por encima mío cuando me echo una siesta suicida en sus vías.
Quizás sea eso. Esta tarde me mató el tiempo, y ando mal resucitada. Todavía faltan tres días.
Es un malestar que se me va a pasar mañana, pero a medias: vi “eso otro” que no se cómo se llama, y eso me vio, y se absorvió horas -no sé cómo se mide- de mi pulsión de vida. Cómo aferrarme a esa sensación que me invadió y ahora me abandona de a poco. Sólo me queda asir la taza de té que acabo de tomar y que todavía está tibia aunque, irremediablemente, se enfriará.
Y siento que no hice nada, desperdicié una valiosa tarde de martes en dormir y conocer vidas inexistentes, cuando acá hay todo un mundo al que le debo algo. Desde plata hasta visitas, desde trámites hasta dedicación personal.
Me debo cosas a mí, metas que me propuse y aún no me arrimo a la largada. Pero no voy a llorar, el tiempo no escucha lamentaciones, se mueve, sigue, y no le importa pasar a mil por encima mío cuando me echo una siesta suicida en sus vías.
Quizás sea eso. Esta tarde me mató el tiempo, y ando mal resucitada. Todavía faltan tres días.
lunes, 23 de julio de 2012
No sobran motivos, pero...
¿Será que el mundo se va a revelar ante mi como algo totalmente distinto o la cotidianeidad se cotidianizará aún más y mejor? ¿Qué pasará cuando llegue ese día?
Honestamente, dudo que un hito de cabotaje, común y silvestre sea la llave que abra las puertas de entrada a la vida, como si no estuviésemos ya atrapados en ella, o -si suena muy pesimista- librados a sus vitales antojos.
Así que me inclino por lo segundo, por las cosas de todos los días. Quizás, los mates lavados que desayuno en el trabajo tendrán mejor cuerpo. O mi perra finalmente se digne a darme la patita. A lo mejor los huevos fritos no se me desarmen en la sartén, y mi vecino deje de joder a la madrugada. Mmm... dudo.
La única alternativa a la cotidianeidad sería un yunque reventando mi cabeza cuando esté yendo a buscar el título. Seguro todos señalarán mis sesos con el índice y se lamentarán “qué ironía; justo que empezaba a vivir...”.
En fin, licenciada. Lic. Un antes y un después del título, señoras, señores, y hermafroditas. Antes, nada. Después, mi nombre.
Pero, licencia para qué. ¿Para matar? ¿Para conducir? No, para “comunicar”. Por favor, todo el mundo tiene licencia para y derecho a hacerlo. Es más, ya lo estoy haciendo y hasta me pagan por ello.
Así que, ¿por qué? ¿Para qué recibirme? He aquí un listado breve, que preparé para incentivarme.
-Por el honor (a ver si consigo un poco de eso de una buena vez).
-Para que me tiren un mango más en el laburo (el dinero no es todo, pero...)
-Para que madre pueda hacer alarde de mi (no soy linda, no estoy casada y no le di nietos)
-Para hacerme la ofuscada cuando alardee pero, en el fondo, inflarme como heces en kerosene.
-Para cerrar un círculo que abrí en 2003, y que se está convirtiendo en agujero negro.
-Para colgar el cuadrito, y decir “lo hice, oh fuck my ass, I did it!”.
-Para cerrar un círculo que abrí en 2003, y que se está convirtiendo en agujero negro.
-Para colgar el cuadrito, y decir “lo hice, oh fuck my ass, I did it!”.
lunes, 4 de junio de 2012
Charla Brown
Esa noche, mientras luchaba contra el sueño -que, por cierto, me estaba abatiendo-, tuve una epifanía: las conversaciones con cada persona pueden tener su correlato en objetos. Recordé una charla que había tenido en el día, y pensé “era un tronco”. Sí, las palabras de esa persona me avasallaban como un rollo de madera, aplastando los palitos -o acotaciones- que yo interponía a su paso. No escuchaba; monologaba.
Con otras personas, las conversaciones han sido videojuego. Interactuábamos, sí, pero con un grupito de reglas muy limitantes y convencionales. Ella sabía lo que yo diría, y yo sabía lo que ella iba a contestar. Los movimientos estaban prefijados, y siempre lo estarán. Pim, pam, pum. Arriba, abajo, abajo, abajo, adelante, adelante + GB. Fatality!
También está esa gente con las que sólo mantenemos charlas cajitas de fósforo: se consumen rápido, en cuestión de segundos. Ambos nos damos cuenta y nos ponemos incómodos. Abrimos la cajita, damos otro chispazo, se apaga enseguida. Silencio incómodo. Raspada. Fueguito. Palito quemado. Silencio.
Y las que más me gustan son las charlas jazz. Sabemos por donde viene la cosa, pero no cómo va a terminar. Cada cual agrega notas, nos vamos por las ramas, nos seguimos mutuamente, pero siempre manteniendo la armonía. Como un piano y un clarinete que juegan, y crean una obra de arte.
sábado, 26 de mayo de 2012
Mirá vos, che…
Perdí la diplomacia. Bueno, no con todos, con ciertas
personas. No es que ande por la calle puteando a la gente, ni señalándome las partes y haciendo gestos
obscenos. Pero ya no me interesa decir o dar a entender que no soporto a
alguien. Sencillamente, no disimulo que me importa más saber cuánto cuesta el
kilo de rábano en Singapur que enterarme de lo que opinan algunos/as.
Antes, esa cualidad de mi personalidad me preocupaba. Pero ahora
aprendí a manejarla, y a usarla cuando es necesario. Y, ojo, no se trata de justificar comportamientos
inmaduros, de camarilla berreta, ni darle vuelta la cara a alguien sólo porque
no me gusta su ídem. A esa etapa pendejil la superé hace… unos 6 meses.
El asunto es que ya no puedo sobrellevar con una sonrisa que alguien me censure con apreciaciones
morales, sobre todo, si se tragó el personaje de Kant. You “kan’t” tell me what to do, how to feel, or
think. NO, YOU KANT. Tampoco voy a aceptar vincularme con gente
declaradamente chota y jodida, en especial, si esa chotez/jodidez va dirigida
hacia mi persona.
Es por eso que la limpieza del caralibro arrasó con unos
cuantos. Y también, es por eso que mi cara es transparente –metafóricamente hablando por supuesto-:
si algo no me gusta, no necesitarán preguntar demasiado.
Y, de vez en cuando, está bueno decir no, no me gusta, no
quiero, no tengo ganas, o go fuck yourself with a cactus. Es más, si alguien
piensa que sería apropiado dispensarme alguno de estos enunciados, siéntase
libre de hacerlo. Al fin y al cabo, es inútil sostener caretas (salvo que estemos en Venecia, pero no,
estamos a unos cuantos metros sobre el
nivel del mar. Y no es carnaval).
Aclaro, están en todo su derecho de tener valoraciones negativas
sobre mi persona, o sobre lo que escribo. Pero, recuerden también, que están en
todo su derecho de alejarse de mi blog, de mi facebook, y de mi vista.
Viva la patria.
lunes, 30 de abril de 2012
Doxificadora paralela
[Transcripción de una grabación encontrada en un baúl de la doxoadicta L]
"Shh. Silencio, no se muevan. Tengo mucho miedo. No se que es lo que pasa. Algo salió mal. Son las 4 a.m. Realizo uno de mi viajes en LSD de rutina, pero esta vez tengo que reportar algo muy extraño. No hay gente de color flúo, ni vistas de caleidoscopios, ni mariposas brillantes, ni excrementos con sabor a mousse. No, nada de eso. Shh. Shhhh, les dije. Estoy viendo un mundo como el que conozco, pero no puede ser mi mundo. Estoy en un lugar que se parece a mi habitación. Veo a un tipo que me mira fijmente, con cara de pocos amigos (…) Intentaré tocarlo... pero me estira su mano. ¡No, quiere darme un zarpazo! ¡Ahhh, mamá! ¡Maamiiiii! (...) Estoy asustada. Tengo miedito, mucho miedito. Pareciera que él se asusta también. Retrocede. (…) Ahora me imita, hace todo lo que yo hago. Basta. ¡Basta, he dicho, hombre horrible! (...) No se le alcanza a ver muy bien el rostro, tiene puesto un buzo canguro, con la capucha en la cabeza (...) Ahora se quedó quieto. Debe estar tramando algo, pero no me animo a moverme. Respiro muy agitada, estoy temblando. Él también. ¡Oh, mai gosh! Se le cayó la capucha y... ¿es una mujer? ¡Un momento! Es como una versión desmejorada de mí misma, está desgreñada, ojerosa, gorda, chacuaja... ¡Claro! ¡¿Cómo no me di cuenta antes?! Sólo puede ser... ¡mi yo paralela! (…) De alguna manera, mis constantes viajes en ácido abrieron una suerte de ventana al otro universo. Es una cuestión científica, física cuántica, eso es (…) Qué feo corte tiene la gordi (...) Creo que debería recomendarle a mi peluquero, porque en el universo paralelo tiene que existir otra versión de Claudio Fabián. Capáz que el del otro lado ya cumplió su sueño de hacerse las tetas (…) Uf, esta chica es un poco inerte. Movete, movete, gordita movete (…) Me abuuuurrooooo (…) ¡Golpean la puerta! Voy a abrir, pero sin darle la espalda. ¿Eh? ¿Ella también se para a abrir su puert...¡Hola, má! ¿Qué hacés acá? ¡Pero qué bueno que viniste, porque estoy preocupada! No, te juro que esta vez es en serio. Sí, mirá la tipa que está all¡ahora llegó otra! ¡Y es re-parecida a vos! Pe-pero tiene el culo más ancho. Mirá, tiene cara de enojada. Y súper arrugada. ¡Ay, no! ¡Le pegó un cachetazo, pero me dolió a mi! Maaaamiiii. Volvéeee... buaaaa..."
miércoles, 18 de abril de 2012
Full metal blog
No tengo muchas cosas, pero estoy contenta de tener un blog. Porque acá puedo decir lo que me plazca, como me plazca, cuando me plazca. Let's focus on me, because this is my blog. Yes! Este es mi blog, hay muchos otros, pero éste es el mío. Mi blog es mi mejor amigo [cuando me siento forever alone] y es parte de mi vida, intento dominarlo, pero ni siquiera me domino a mí misma. Sin mí, mi blog no sirve; sin mi blog, sobreviviría [y el mundo sería un lugar mejor]. Con mi blog, tengo que atinarle un poquito de mierda al elefante que cada dos por tres me caga desde arriba de un pino. Intentaré darle antes que me de a mí, lo haré. Esto que digo, lo juro ante Dior.
[Esto es lo que pasa cuando quiero escribir y no se me cae una idea...]
[Jódanse por pasar]
martes, 10 de abril de 2012
Bagres en la red
“Soy
dulce y sentimental”, escribe un bolontoño en su perfil de una
conocida red social. Honestamente, eso me suena a golpeador de
mujeres que después llena de pétalos de rosa la cama para tapar las
manchas de sangre de sus víctimas anteriores.
Bueno, era una queja que me venía aquejando desde hace unas cuantas quejas atrás. Breve y concisa.
O revuá, zoquetes!
Otro se describe como “un chico común y tranquilo”, lo cual no dista de jactarse de ser un mediocre aburrido.
No dejemos afuera a las chicas: una dice ser “re loka ii fiiesteeraaaa”, mancillando las reivindicaciones de más de un siglo de movimientos feministas.
Esto evidencia que hay gente que se toma muy en serio lo del marketing personal. Lástima que su noción de mercadeo está al mismo nivel que la de la pescadería “El moncholo sexy”. Suena horrible, pero saquémonos las caretas: las redes sociales fueron diseñadas como vidrieras en la cual exponer el pescado, antes de que se pudra.
Y no es que quiera hacer una apología de la mercantilización de los seres humanos. Lo malo es que a la mayor parte de la gente no se le ocurre darles un uso
alternativo. Es más probable que mi abuela haga la vertical en el
inodoro antes que encontrar a 5 personas interesantes en esos
espacios virtuales.
Bueno, era una queja que me venía aquejando desde hace unas cuantas quejas atrás. Breve y concisa.
O revuá, zoquetes!
martes, 27 de marzo de 2012
El mambo de las princesas
¿Quién les pagó las sesiones de
terapia a Rapunzel, Blancanieves, y la Bella Durmiente? ¿Cómo es posible que con un beso del
Príncipe Azul -que por lo visto era bastante gato, porque aparece
en la mayoría de las historias- vivan felices para siempre, después
de las situaciones traumáticas por las que tuvieron que atravesar?
Si mi padre no me da bola, mi madrastra me trata como a una sirvienta e intenta asesinarme, una bruja me encierra en una torre en el
medio de la nada, o me pierdo varios años de mi vida vegetando en el
bosque y rodeada de enanos lascivos que no se bañan... medio que el besito de un tipo al que ni
conozco no alcanzaría para ponerme up sin dejar secuelas.
Por mucho menos, Lady Di era depresiva; y Letizia, la princesa de Asturias, es anoréxica. Un final más realista, las describiría viejas y llenas de joyas, empinando el codo en la taberna del pueblo, y maldiciendo a Merlín, Cachavacha y
la puta que los parió.
O esas tipas no tenían alma, o
Andersen y los Grimm eran unos cuenteros.
martes, 13 de marzo de 2012
Vértigo en la gola
Empecé por el título, como hacía Saramago. Me gustó la
ocurrencia, pero no se me ocurre cómo continuarla. Sólo podría agregar que Sara
debería ser maga. Sino llamarse Saro, o Sar. Pero parecería una palabra mal
escrita, como rei o emperatrís. Quedaría deforme, un vocablo Quasimodo, haciendo
sonar las campanillas en gargantas ojivales, saltando de boca en boca, sin
temor, sin miedo, sin vértigo. Con el único deseo de salir y ser escuchado. Pero con miedo a ser malinterpretado. Salvo en España, donde la z se hace valer, joder. ¡Viva esa
diferencia! ¡Viva la diferencia! ¡Viva España! ¡Muera el Rei! ¡Viva el Sar! El
Sar que es mago. Que hace hechizos, dice
las palabras mágicas, arma las frases como le plazca. Y, si quiere, les da sentido, que es lo de menos. Él juega, hilvana y la descose. Es como Messi, o
como el Diez; no como O Rei, que es sensato y pausado. No. El mago cose y
descose, la plasticola no le sirve. La disuelve el agua. A las palabras se las
lleva el viento. Mejor perderse que quedarse. Mejor irse por las ramas. Y no volver.
jueves, 1 de marzo de 2012
Doxoadicta responde (final)
-¿Qué opinás de 678?
-Que trae mala suerte.
-(Risas) O sea, todo lo contrario al
programa de Mirtha...
-No sé; al 678 lo jugué 3 veces a la
cabeza, y cada vez que salí de la tómbola me cagó un pájaro, pero
no gané ni un centavo. En cambio, Mirtha es mi cábala: siempre que
aposté a su edad, gané algún que otro peso. Igual, no se puede
jugar a las tres cifras en el Loto, así que este año estoy en el
horno (se agarra la teta izquierda).
-¿Qué vas a hacer cuando seas grande?
-Cruzar la calle sola (ataque de risas
porcinas).
-...
-Era un chiste, pedazo de ortiba. Qué
se yo... cuando sea más grande... seguramente compraré ropa XXL.
-¿Qué te molesta más: la gente que
se come las “h” al hablar, o la que pronuncia las s igual a la z?
-Ni la una, ni la otra. Sí me da
prurito cuando alguien pronuncia la w como una u. ¡Me enerva! (gruñe
y agita un puño).
-Si pudieras elegir un superpoder,
¿cuál sería?
-Tener un ojo verde y el otro azul.
-Ajá...
-...
-Ok. ¿A quién odiás más que a nadie
en este mundo?
-Eso es fácil: a la pelotuda que está
hablando a los gritos en el departamento de abajo. [¡CALLATE,
TARADA! YA TODO EL MUNDO SE ENTERÓ DE TU EXISTENCIA, CRIATURA
ESTÚPIDA, MINUSVÁLIDA MENTAL. Y NO TE QUEDES AHÍ, COMO UNA MOMIA
GRIEGA, SEMBRANDO LA DUDA]* Perdón, pero no soporto a los que
gritan. ¿Cuál es la próxima pregunta? (bebe agua).
-Calmáte. Sigamos con el cuestionario.
¿Qué recodás de tu infancia?
-¡Ay, tantas cosas! (mira nostálgica
hacia el techo).
-¿Por ejemplo?
-Cuando decapité a mi Barbie; la
Navidad de 1995, cuando mi madrina me regaló un par de medias de
toalla; la tarde en la que mi madre me molió a palos porque arruiné
con el Miky Moco la pared recién pintada. ¡Y a la señorita Gladys!
¡Cómo me golpeaba en la cabeza con el borrador del pizarrón, jaja!
Ah, estoy pensando lo que daría por volver el tiempo atrás...
-¿Qué pensás?
-“Lo que daría por volver el tiempo
atrás...”
-¿Qué libro estás leyendo en este
momento?
-Basic Spanish for dummies.
-¿Qué te pareció esta entrevista?
-NS/NC.
-Bueno, chau.
-Andá por la sombra, bombón. (guiña el ojo y me pellizca una nalga)
*Citas robadas a Elvira. Además de “Yo
hago puchero, ella hace puchero. Yo hago ravioles, ella hace
ravioles”, tiene miles de frases interesantes para emular. ¡Basta
de quemar la misma línea!
martes, 28 de febrero de 2012
Desenyantemón
El agua sabía a deshielo. Era fea,
pero bastante mejor que sus besos en el sueño. No creía que tan
poco bastaría para desencantarse así, en una madrugada. Pero estaba
comenzando a temerlo.
Recordó la pesadilla de la que acababa
de despertar, y se enjuagó la boca, como queriendo quitar rastros de
una saliva etérea. Si no hubiera tenido cerca más que un charco de
agua pútrida, no hubiese dudarlo en beber de él hasta secarlo.
Con el vaso en la mano, se acercó
hasta la ventana y miró el horizonte salpicado de luces tenues.
Miró, no vio. Tomó más, mientras su mente recreaba un rostro con
labios en trompa, estampándose contra los suyos, oprimiéndole las
palabras, llenándoselas de una baba espesa. Los rasgos eran
diferentes cada vez, pero la cara era siempre la misma. Más agua,
necesitaba beber más.
Dio media vuelta y el dedito del pie
derecho se retorció del dolor por el encontronazo con una silla.
Maldijo a mil madres, poniendo énfasis en las eses, y se sentó.
Tomó el último trago y quedó en blanco por un rato, observando la
sombra que la reja de la ventana proyectaba sobre la pared en
penumbra.
Volvió a la cama y enroscó su cuerpo
como un nonato. Cerró los ojos y pidió soñar lo mismo que había
soñado antes, pero sentirse bien. “Un sueño reparador”,
bostezó, mientras oprimía su dedo machacado.
miércoles, 22 de febrero de 2012
Doxificadora se desmitifica
A menudo, muchas personas -y bolivianos
también- me detienen en mi grácil andar callejero para decirme “L,
sos una ídola”, “Grosa”, “Gorda”, “Firmame un
autógrafo”, “¿Dónde para el 6?”. Y les agradezco de corazón
a todos y todas por esas manifestaciones de afecto, admiración,
repulsión e indiferencia. Pero hay algo que deben saber sobre mi: soy
un personaje.
Y no un personaje ficticio como Daria,
Mr. Hipo o San Ignacio de Loyola. Me refiero a que me construyo a mi
misma a través de entramados de significados y discursos con los
que impregno este bendito blog.
Así que he decidido ser honesta con
vosotros, y deschavarme -tal como lo hizo Carlos Villagrán varios
años atrás, cuac- sobre mi identidad blogueril.
Cómo quiero que me imaginen al leerme
“Veinticincoañera independiente,
inteligente, con imaginación desopilante e inclinación al humor
absurdo. Autocrítica, original, irónica y soltera por elección.
Total bon vivant y mujer de mundo, que escribe cada noche, mientras
degusta cerveza importada servida en una copa de cristal y escucha a
Edith Piaf. Da placer leerla”.
Como me imaginan mis lectores en general al leerme
“Solterona de 30 años, abandonada,
despechada, resentida y wannabe de bloguera exitosa. Creída, mal entrazada,
tilinga, burda, pedante, pedorra y de dudosa capacidad intelectual.
Adicta a los puflitos y al Mijú. Se sabe todos los temas de Cristian
Castro. Todavía no sé muy bien por qué la leo”.
Cómo me leen mis amigos
“Está loca. Cómo se anima a
publicar eso. A veces no la entiendo. No sé por qué soy su amigo/a.
Igual la quiero... un poco... a veces”.
Cómo me leen mis padres
“¿Qué un blog?”.
Cómo soy en realidad
Soltera de 27 años, loser, resentida y
wannabe de bloguera exitosa. Creída, tilinga, burda, pedante,
pedorra y de dudosa capacidad intelectual. Adicta al Casancrem, las
Aspirinetas y la Heineken. Canto dos temas de Cristian Castro.
Todavía no sé muy bien por qué escribo.
jueves, 9 de febrero de 2012
Doxificadora divulga (científicamente hablando)
Sí, me quedé hasta la madrugada
tratando de encontrar resolución para el problema que muchos físicos
y matemáticos -incluyendo a Hawkins- intentaron desvelar sin ningún
éxito. Lápiz y papel, litros de café, docenas de aspirinas y una
foto de Einstein lograron inspirarme. ¡Y he aquí la fórmula que lo engloba todo!
[(f +Dec) p3] - Au = S
Sí, también la llamé a esa tal
Eureka, para que venga rápido y me de mi Nobel (como quien canta
“cartón lleno” en el bingo), pero nada. No pierdan el tiempo. Lo
importante es esta teoría, que va a revolucionar el múndo de la
física y la química.
Para quienes no poseen ni los más
rudimentarios conocimientos sobre la materia, pasaré a explicarme
mediante el desglose de esta sencilla fórmula.
“f (fiaca) + Dec (decepciones
mayúsculas) x p3 (perfeccionismo/“picky” al cubo) – Au
(autoestima baja) = S (soledad/soltería/solari)”
¿No es revelador? Se trata de los
factores causales de la soledad. Ahora vamos a poder entender mejor
por qué no hay química, o por qué cada vez escasea más la
atracción física (con lo que ello implica).
El próximo paso es reemplazar
los factores; porque ya lo intenté cambiando su orden, sin alterar el resultado. Por lo pronto, ya empecé a hacer unos ensayos, y el
producto mejoró un poco. Voy a seguir probando y, probablemente, errando.
Pero hay una prueba que resulta
irrefutable. Ya la contrasté científicamente: para que las
cosas cambien hay que tener Fe.
Sí, hierro (Fe, ¿se entiende?). Si el tipo no se
queda con una por las buenas, nada mejor que encañonarlo en la sien
o inmovilizarlo quebrándole los tobillos con una maza para que
cambie de opinión. De hecho, tengo a un muchacho de rehén en mi
departamento, quedó un poco rengo, pero sus demás “funciones”
(guiño y je je) andan a la perfección.
lunes, 6 de febrero de 2012
Doxificadora investiga II (segunda parte)
Ustedes se preguntaron: ¿a quiénes
bardea la bardeadora?, ¿cómo?, ¿para qué? Todos estos
interrogantes tendrán respuesta aquí, en la segunda entrega de
Doxificadora investiga II.
Algunos sostienen que Rosa Anacleta
Gómez es jubilada y no tiene nada más que hacer. Otros, simplemente
la califican como una “vieja chota y jodida”.
Lo cierto es que esta mujer acecha
entre los panteones putrefactos como su alma y no tiene respeto por
los deudos de los fiambres. Así lo confirmó la consternada Dora
Viuda de Bertelorti, quien días atrás enterró a su marido, Dante
“Batata” Bertelorti.
“Esta mujer se apareció en medio del
servicio fúnebre de Batata. Empezó a insultarme, agitando los puños
cerrados, empujando a los que me acompañaban, escupiendo sobre la
tumba de mi difunto esposo. Pero como el maldito me metió las
guampas hasta el último momento, no me afectó tanto como podría
haberlo hecho”, relató la despechada viuda.
El caso de Dora de Bertelorti es uno de
los tantos ocurridos en el cementerio de Paranó, tanto es así que
muchos deudos comenzaron a llevar sus tomuers a cementerios privados.
Este dato, aparentemente inocente y
casual, es crucial para desentrañar el tercer interrogante: ¿con
qué fin bardea Rosa?
Esta cronista recurrió a los archivos
de la Cámara de Enterradores, Lloronas y Propietarios de Cementerios
de la Provincia de Bituinrrivers, donde pudo confirmar sus sospechas:
Rosa Anacleta Gómez es propietaria del cementerio privado Jardín
del Eterno Reposo Libre de Bardeadoras, ubicado a las afueras de
Paranó.
Lo que comenzó como una pequeña
empresa de lo macabro (sí, comprar y vender parcelas para ir a
caerse muerto es macabro), tras la aparición de la bardeadora
terminó convirtiéndose en un verdadero pool de siembra de huesos.
Tanto es así, que Monsanto está interesado en invertir en el
negocio.
Tras tamaño descubrimiento por parte
de esta paladini de la justicia, varios familiares de tomuers
decidieron presentar una denuncia ante la justicia, quien detuvo a
Gómez por competencia desleal.
Mientras era arrestada, Rosa sólo
atinó a decir: “Y me hubiera salido con la mía si no fuera por
esta mocosa entrometida y su estúpido perro”.
lunes, 30 de enero de 2012
Doxificadora investiga II
Luego de tomarse unas merecidas vacaciones, esta cronista volvió con sus energías renovadas para seguir revolviendo el avispero y sacudiendo a quienes están en el poder, tal como lo hacen los colegas de A24 con sus cámaras ocultas a punguistas y fumadores de paco, fuente de todos los problemas sociales que asolan a este bendito país.
Esta vez, es el turno de desenmascarar a seres viles y siniestros como las bardeadoras de cementerio.
Se trata de un selecto grupo, aunque generalmente se mueven en solitario. Se ocultan en las necrópolis de pueblos y ciudades, haciendo lo que mejor saben hacer: bardear.
En el Cementerio Municipal de la ciudad de Paranó el puesto es ocupado por Rosa Anacleta Gómez, quien insultó groseramente a esta cronista cuando quiso entrevistarla al mejor “estilo Martín Ciccioli”:
Dxfcdr: ¿Es usted Rosa Anacleta Gómez?
Brddr: ¿Y vó quién só?
Dxfcdr: Alguien que se propuso desenmascararla en su accionar bardero.
Brddr: Quién mierda te creé que só. Andá nomá.
Dxfcdr: Soy periodista, que es sinónimo de paladini de la justicia. Y voy a difundir su cara de piedra en todos los médios. Venga aquí ya mismo, que le tomo una fotografía.
Brddr: ¡¿Queré que vaya?! Ái voy, pedazo d'hija e puta. Te via zer mierda. Tomá.
Dxfcdr: Ay! Es usted una trucha. ¡Trucha! Auch. Y vul...AUCH...gar.
¿Cómo describir a Rosa Anacleta? Es una septuagenaria burda, viste camisa floreadas en tonos tierra, una pollera de tweed azul francia, medias del Club Atlético Peñarol subidas hasta las rodillas, zapatillas de lona negras, el pelo teñido de anaranjado (excepto en las raíces), atado con un colero fucsia. Y, por supuesto, lleva una escoba a todas partes, la cual maneja hábilmente para amedrentar a sus víctimas.
Ustedes se prguntarán: ¿a quiénes bardea?, ¿cómo?, ¿para qué? Todos estos interrogantes y muchos más, tendrán su respuesta en nuestra próxima entrega de Doxificadora investiga.
lunes, 2 de enero de 2012
Doxificadora investiga I (*) (**) (***) (****)
Hace unos días, un escándalo conmocionó a la opnión pública. El malestar se hizo notar especialmente en las redes sociales, cuando una leyenda algo ambigua se expandió cual epidemia por facebook y twitter: "Si naciste entre 1994 y 2011, y tenés dudas, comunicate con nosotros. Podrías ser hijo de Maru Botana".
Esta cronista fue más allá del chiste chabacano, y pudo confirmar que el chascarrillo no era más que un manto de falso sarcasmo para desviar las sospechas, luego de que la famosa cocinera diera a conocer que está cursando su -supuesto- octavo embarazo. La vieja táctica descripta por E. A. Poe en "La carta robada", consistente en poner la evidencia a la vista de todos, para que nadie la note.
Siempre buscando la punta del ovillo, esta investigadora dio con la joven Bernarda Le Pez, quien brindó su revelador testimonio:
"Me llamo Bernarda y, de acuerdo con mi partida de nacimiento, nací el 25 de mayo de 1995, durante una lluvia de locro. Mi apropiadora, Fabiana Marianni, es una ama de casa bastante inepta y sin ninguna habilidad para la cocina. Recuerdo que cuando yo tenía cuatro años, ya sabía hacer créme bruleé y me preparaba sola la merienda para la guardería. En cambio, ella alimentaba a la familia a base de arroz con poco queso, huevos fritos reventados y hamburguesas congeladas. También me acuerdo que los días en que faltaba a la escuela, me quedaba en casa viendo televisión. Cada vez que quería sintonizar Telefé para ver 'Sabor a mí', Fabiana me apagaba el televisor y me mandaba a mi cuarto a comer Rocklets, gallinitas de azucar, y otras cosas poco saludables. Hasta que un día vi una publicidad de los Tíos del IGA. Los llamé, conocí a mi tío bisabuelo -Natalio Botana-, y recuperé mi identidad".
La adolescente con alma de caramelo y piel grasienta como el cicharrón, no rehizo los lazos con su madre biológica, ya que prefiere seguir siendo hija única y no tiene ganas de cambiarles los pañales a "esos pendejos de mierda", tal como se refiere a sus hermanos menores.
Respecto de las circunstancias en que fue apropiada, Bernarda sospecha que fue cambiada a los pocos días de nacer, cuando Maru hacía compras en Carrefour y Fabiana aprovechó un descuido para cambiar a la bebé por una sandía que llevaba en el changuito. Aparentemente, Maru nunca se dio cuenta del cambio y todavía sigue poniéndole batitas a la fruta.
Es importante destacar que los Tíos del IGA ya recuperaron a seis sobrinos del mundillo gastronómico: Alejandro Dumas, Cholo B. Reteaga, Minnie Ratatouille, Roberta P. Trona, y los mellizos Martín y Ano Molina.
EN LAS PRÓXIMAS ENTREGAS DE DOXIFICADORA INVESTIGA:
-La relación entre el Dog Chow y la salida del clóset de Ricky Martin
-Un nuevo oficio en boga: las "bardeadoras de cementerio"
-Las consecuencias de tomar de espaldas
(*) Esta investigación contó con aportes de Emily I.; Natalie Shi.; Soledy Gi; y Mel Ci.
(**) Checkada, lo que se dice checkada, no está muy checkada que digamos la info.
(***) Gente sin sentido del humor, vaya a llorar al campito o a leer la revista Chispa. Y/o en su defecto, Cabildo, porque nunca falta un gorila caido del catre que no capta la ironía.
(****) Aunque debo reconocer que hay cosas que resultan más chistosas bajo ciertas circsustancias.
Esta cronista fue más allá del chiste chabacano, y pudo confirmar que el chascarrillo no era más que un manto de falso sarcasmo para desviar las sospechas, luego de que la famosa cocinera diera a conocer que está cursando su -supuesto- octavo embarazo. La vieja táctica descripta por E. A. Poe en "La carta robada", consistente en poner la evidencia a la vista de todos, para que nadie la note.
Siempre buscando la punta del ovillo, esta investigadora dio con la joven Bernarda Le Pez, quien brindó su revelador testimonio:
"Me llamo Bernarda y, de acuerdo con mi partida de nacimiento, nací el 25 de mayo de 1995, durante una lluvia de locro. Mi apropiadora, Fabiana Marianni, es una ama de casa bastante inepta y sin ninguna habilidad para la cocina. Recuerdo que cuando yo tenía cuatro años, ya sabía hacer créme bruleé y me preparaba sola la merienda para la guardería. En cambio, ella alimentaba a la familia a base de arroz con poco queso, huevos fritos reventados y hamburguesas congeladas. También me acuerdo que los días en que faltaba a la escuela, me quedaba en casa viendo televisión. Cada vez que quería sintonizar Telefé para ver 'Sabor a mí', Fabiana me apagaba el televisor y me mandaba a mi cuarto a comer Rocklets, gallinitas de azucar, y otras cosas poco saludables. Hasta que un día vi una publicidad de los Tíos del IGA. Los llamé, conocí a mi tío bisabuelo -Natalio Botana-, y recuperé mi identidad".
La adolescente con alma de caramelo y piel grasienta como el cicharrón, no rehizo los lazos con su madre biológica, ya que prefiere seguir siendo hija única y no tiene ganas de cambiarles los pañales a "esos pendejos de mierda", tal como se refiere a sus hermanos menores.
Respecto de las circunstancias en que fue apropiada, Bernarda sospecha que fue cambiada a los pocos días de nacer, cuando Maru hacía compras en Carrefour y Fabiana aprovechó un descuido para cambiar a la bebé por una sandía que llevaba en el changuito. Aparentemente, Maru nunca se dio cuenta del cambio y todavía sigue poniéndole batitas a la fruta.
Es importante destacar que los Tíos del IGA ya recuperaron a seis sobrinos del mundillo gastronómico: Alejandro Dumas, Cholo B. Reteaga, Minnie Ratatouille, Roberta P. Trona, y los mellizos Martín y Ano Molina.
EN LAS PRÓXIMAS ENTREGAS DE DOXIFICADORA INVESTIGA:
-La relación entre el Dog Chow y la salida del clóset de Ricky Martin
-Un nuevo oficio en boga: las "bardeadoras de cementerio"
-Las consecuencias de tomar de espaldas
(*) Esta investigación contó con aportes de Emily I.; Natalie Shi.; Soledy Gi; y Mel Ci.
(**) Checkada, lo que se dice checkada, no está muy checkada que digamos la info.
(***) Gente sin sentido del humor, vaya a llorar al campito o a leer la revista Chispa. Y/o en su defecto, Cabildo, porque nunca falta un gorila caido del catre que no capta la ironía.
(****) Aunque debo reconocer que hay cosas que resultan más chistosas bajo ciertas circsustancias.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)